R. M. Millán

lunes, 25 de abril de 2016

Aprendiz

Tú que has sido mi aprendiz, ¡dime!, ¿cuántos errores hay en amar a escondidas? ¿Cuántas mentiras disfrazadas de sonrisa atraviesan la lluvia mientras me miras? 

Yo, tu maestro y más fiel tutor, ¿no he dado suficiente para evadir tu encono? ¿No he demostrado que al amar sin rencor, la piel se vuelve arena y con el mar navega? 

Tenerte aquí es una nueva lección que improvisaré porque en mi libro ya no quedan páginas; escribiré con las uñas ruegos sádicos y haré sangrar tus dudas para decorar estas paredes, esto que ahora es nada.

Saberte lejos me agota la impaciencia. 

Te acredito mis pálpitos cuando me dices 'Hola'.  

No tiene sentido darte las respuestas, es como aceptar que entraste a mí sin tocar la puerta.

Tú que has sido mi aprendiz; yo, tu maestro envejecido en la incredulidad de tus actos. ¿Acaso no es obvio lo que te digo? 

¡Que decepción si no has aprendido tanto! Porque tanto y más es lo que te he enseñado, yo, tu maestro y más fiel tutor, quien en vida más te ha amado.






No hay comentarios: